Tormento en la noche – Parte 2
En el momento justo que los padres ven las marcas de sangre en la pared salen de esa especie de sopor en el que se encuentran y comienzan a gritar desesperadamente. Sin importarles la hora ni ninguna otra cosa, ambos padres acuden desesperadamente a la policía pensando que se trata de un secuestro, aunque eso no era lo que sucedía…
Tras llegar a comisaría, lo primero que piensa el alguacil es en investigar el secuestro, por lo que decide ir cuanto antes a investigar la zona del suceso, sin importar la hora. Al llegar a la casa del chico, sorprendentemente las marcas de la pared habían desaparecido y la habitación lucía como si nada hubiera pasado.
Tras un tiempo de investigaciones previas y comprobar que todo estaba en su sitio el alguacil decide volver a comisaría y esperar al día siguiente para examinarlo todo con más claridad. Tras recoger las cosas se despide de aquellos padres sin saber que sería la última vez que lo haría…
Tras ver marchar al alguacil entran en casa y los ruidos espectrales vuelven a escucharse de un modo aturdidor… Aquellos gritos pedían ayuda. Con solo escuchar un segundo de aquella voz los padres supieron que era su hijo, y tras correr hacia la habitación del chico los padres vuelven a no encontrar nada, al igual que antes. Desconcertados piensan que todo puede ser causado por el cansancio y sueño acumulado por ambos, por lo que deciden ir a dormir y esperar hasta mañana.
Tan solo un par de horas después algo sucede en la habitación de los padres… Un ente misterioso y oscuro aparece en una esquina de la habitación y se mueve lentamente en dirección a la madre, a quien susurra: «Tu hijo te espera». Asustada, la madre se levanta rápidamente y despierta a su marido, que yacía acostado a su lado. Asustados revisan la habitación con la mirada, pero de nuevo no encuentran nada extraño.
Cuando de nuevo ya pensaban que todo era un sueño una sombra se proyecta sobre la puerta de la habitación… De repente las paredes se llenan de sangre, la puerta se bloquea y las ventanas comienzan a temblar. Asustados, una voz les dice: «No os preocupéis, estáis a un paso de vuestro hijo». Con una inquietante sonrisa, el ente se acerca lentamente hacia ambos padres y comienza a levantar las manos. Algo atrapa a los padres, lo único que podían sentir era una fuerza que apretaba su cuello y los levantaba del suelo.
Mientras el aire apenas llega a sus pulmones, una voz fría y resonante les dice: «Gracias por aceptarme en su familia y darme un refugio» seguido de una risa malévola. Durante los pocos segundos de vida que les quedan, los padres comienzan a ver en las paredes el espectro de su hijo, llorando asustado sin saber qué hacer.
Lo siguiente es simple oscuridad.
La noche transcurrió silenciosa y tranquila, la pesadilla había terminado. Tras salir el sol, el alguacil que volvería a la casa se encuentra que en aquel lugar no hay nada…
La casa había desaparecido, solo había unos cuantos árboles viejos, como si todo hubiera sido un sueño. Entre aquellos árboles solo encontró un pequeño cachorro, malherido y desnutrido… Decide recogerlo sin saber que aquello tal vez significaría su muerte.
El ciclo se repite…
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